La industrial textil ocupa el segundo lugar en las más contaminantes del planeta, luego de la industria petrolera. Es culpable de un promedio del 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero a escala mundial y el daño ambiental que causa está aumentando conforme aumenta la industria.

La Fabricación
De la contaminación
del agua industrial proviene del tratamiento y la coloración textil.
Se necesitan de agua para producir solo 1 kg de algodón.
de las aguas residuales de los países en desarrollo se vierten en los ríos sin tratamiento
Su fabricación supone muchos procesos, empezando desde la producción de las telas que implica el cultivo de las fibras y la etapa final del tejido, hasta los tintes y coloración.
La industria del hilado, tejido y procesamiento produce una gran cantidad de desechos dañinos que contaminan nuestro medio ambiente. Todas las fibras vegetales se cultivan con ayuda de pesticidas y fertilizantes para dar un alto rendimiento, especialmente el algodón. Esto convierte al cultivo de algodón como uno de los cultivos que más afectan el medio ambiente. Se estima que un 25% de los pesticidas son utilizados mundialmente en el cultivo.
Adicionalmente, el algodón debe regarse; proceso que significa gran consumo de energía y y agua, y el cual da como resultado la formación de aguas residuales.
Debido a que en algunos países es deficiente su aplicación y regulación, las aguas residuales son vertidas en ríos y arroyos, contaminandolos con sustancias químicas cancerígenas, metales dañinos al medio ambiente y volviendolos inútilmente potables.
Las telas finalmente producidas contienen residuos de sustancias químicas que fueron utilizadas durante su fabricación, sustancias químicas que se evaporan en el aire que respiramos o se absorben a través de nuestra piel. Algunas de las sustancias químicas son cancerígenas o pueden causar daño al medio ambiente, contribuyen al cambio climático mientras que otras pueden desencadenar reacciones alérgicas en algunas personas.
Tintes y Acabado
Otros de los procesos es la coloración y el acabado de las prendas. Dos de los procesos más contaminantes y que mas consumen energía durante la confección de las mismas.
Para el teñido se utilizan grandes cantidades de agua y productos químicos para garantizar que los colores vivos se adhieran a la tela y no se destiñan. Junto al teñido, las prendas pueden estar sujetas al desapresto, blanqueado, suavizado, mercerizado, entre otros procesos, para dar la apariencia y sensación que se busca.
Las telas finalmente producidas contienen residuos de sustancias químicas que fueron utilizadas durante su fabricación, sustancias químicas que se evaporan en el aire que respiramos o se absorben a través de nuestra piel. Algunas de las sustancias químicas son cancerígenas o pueden causar daño al medio ambiente, contribuyen al cambio climático mientras que otras pueden desencadenar reacciones alérgicas en algunas personas.

La industria de la moda utiliza alrededor de 93 mil millones de metros cúbicos (21 billones de galones) de agua al año, suficiente para llenar 37 millones de piscinas olímpicas, según la Fundación Ellen MacArthur. Actualmente existen iniciativas para realizar estos procesos de manera sostenible y no seguir contribuyendo al daño ambiental.
de litros son utilizados por la industria de la moda cada año
Se necesitan de agua fresca para teñir una tonelada de tela
De personas en el mundo no tienen acceso a agua potable
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